En la actualidad, existen una gran variedad de productos en el mercado mundial que por su composición química se encuentran propensos a la inevitable aparición y creación de distintos microorganismos, ya sean bacterias, hongos y parásitos, los cuales causan manchas, males olores, etc., que pueden ser perjudiciales en la salud de las personas.
Los aditivos químicos han sido un componente presente cada vez con mayor frecuencia por muchas empresas debido a las múltiples ventajas que ofrece en los distintos productos, partiendo desde el momento de su fabricación, siendo la principal y más importante la prevención o eliminación total de los microorganismos mencionados anteriormente.
Así mismo, garantizan la calidad y una vida útil mucho más prolongada de los productos, minimizando la contaminación cruzada, ofreciendo a los consumidores productos más higiénicos, principalmente cuando estos están dedicados a un público con requerimientos y atención particular, como sería el caso de bebés o usuarios con necesidades especiales.
Existen distintos de estos aditivos, pero los más habituales y utilizados son los de Zinc, cobre y plata, en el cual este último resalta por encima del resto por su probada eficacia en el ramo desde tiempos muy antiguos, debido a su éxito como sustancia antibiótica y antibacteriana en diferentes productos y elementos.
Gracias al aditivo antibacteriano se pueden producir diversos materiales sólidos con elementos activos que inhiben el desarrollo de las bacterias. Los materiales pueden ser plásticos, recubrimientos, textiles, papel o cerámica, que permiten añadir en el proceso de fabricación de materiales sólidos, los aditivos que separan cualquier patógeno, que puedan entrar en contacto con los productos.
Estos materiales como el cobre, la plata o el zinc suelen ser aplicados en los distintos productos antimicrobianos según la función que pretendan cumplir al aplicarlos, por ejemplo, hoy por hoy existen antibacterianos quimioterapéuticos, antisépticos, esterilizantes y desinfectantes, los cuales cumplen una función de forma externa, interna, en materiales vivos o que eliminan parcial o completamente los microbios.
Productos que contienen aditivos antibacterianos
Aunque mayormente se piense que los aditivos antibacterianos se utilizan solamente en medicamentos y productos para el cuerpo, la realidad es muy distinta, pues en estos tiempos, componentes de este tipo se encuentran en una cantidad importante de productos, esto principalmente por los beneficios con los que cuenta.
En superficies como plástico, caucho, papel, pintura y hasta cerámica el agregar los aditivos brinda características positivas, según sean también los requerimientos que giren en torno al consumidor.
En los últimos años y con la aparición súbita de varias enfermedades a causa de virus y la propagación de bacterias, este tipo de tecnologías se está haciendo más común en los consumidores de cualquier producto en general, que como se ha vuelto costumbre, buscan que estos contengan entre sus componentes aditivos antibacterianos para garantizar durabilidad, calidad y eficiencia al mismo tiempo.
Esta elección, se produce mayormente en productos de aseo personal, tales como jabones, cremas faciales, cuidado para el cabello, etc. De lo contrario, existen laboratorios que aseguran tener las fórmulas indicadas para los productos que deseen, de esta manera satisfacer la necesidades más exigentes de un mercado que busca cada vez más una tecnología antimicrobiana que les brinde seguridad a la hora de obtener un producto.
La adición de aditivos antibacterianos inhibe el crecimiento de bacterias. Las experiencias realizadas en el área, confirman que con estos productos la cantidad de bacterias se reduce considerablemente en un compuesto con aditivo antibacteriano en comparación a uno que no contenga el aditivo.
El resultado, no es más que un entorno más limpio e higiénico, evitando la proliferación de cualquier microbio o agente patógeno, y por lo tanto, la reducción de alergias, las cuales son la principal causa de afecciones respiratorias y patologías gripales.
Este tipo de avances en materia antibacteriana ha ganado terreno rápidamente en los distintos mercados donde ha sido aplicada, pues su efectividad en distintos producto supone ventajas sanitarias poco vistas y fabricadas con anterioridad.
Empresas como Bactiblock, se han interesado en el desarrollo de esta ciencia logrando frutos muy importantes en el ramo, con una tecnología patentada, en la cual la plata pasa por un proceso donde se ha comprobado que deriva en resultados favorables a largo plazo para combatir la población de bacterias.
Sin duda alguna, estamos frente a un desarrollo que promete cambiar la forma en cómo se adquiere un producto, pensando principalmente en el cuidado higiénico, y con este tipo de avances se hace posible un ambiente y entorno donde la liberación y proliferación de bacterias se reduzca a niveles extremadamente bajos.