El conocimiento de uno mismo, simplemente a nivel humano y psicológico, ya no es nada malo, ni mucho menos, para obtener un verdadero equilibrio y tener toda su energía en el pequeño curso terrenal que se nos impone por un corto período de tiempo. hora.
Este es el punto de partida, el primer paso adelante, que consiste en darnos cuenta de lo que realmente somos: ni nuestro cuerpo, ni nuestro nombre, ni nuestro papel, ni nuestro carácter, ni nuestro pensamiento, pero ¿qué? Si no te asombra del todo hacerte esta pregunta, es porque aún no es el momento de dar el segundo paso e ir con necesidad hacia el ascensor que conduce a la Realidad, pero se hará. Seguro … cuando tú ‘ estás listo.
Unas palabras para los que no conocen la astrología
Nunca se debe hacer la amalgama entre la astrología, que es sobre todo un conocimiento que se puede aprender, y otras disciplinas como la clarividencia de videntes buenas y fiables.
Este último no se aprende, nace de un don y quienes lo critican afirman que la no reproducibilidad de la clarividencia es el principal obstáculo para su difusión y éxito; en cualquier caso, la astrología y la clarividencia no tienen absolutamente nada en común. La astrología es un conjunto de conocimientos y reglas y brinda un resultado confiable, siempre que permanezca dentro del alcance de su campo de estudio.
Disciplinas ancestrales
Otras disciplinas como la numerología, el tarot, la quiromancia provienen en cierta medida también de un conocimiento, pero la base de la astrología, casi matemática y multimilenial y cuyos resultados han sido estudiados por la herramienta estadística durante un siglo, la diferencia definitivamente de todas estas otras disciplinas que se ocupan del autoconocimiento y su evolución: hay que evitar la amalgama y la astrología no tiene nada en común con ninguna forma de clarividencia o clarividencia. el ocultismo, dicho esto sin denigrar en modo alguno la clarividencia y estas otras herramientas, que tienen su función jugar de forma complementaria, con mucha cautela.
Nuestra opinión es que no existe relación entre una carta astral y cualquier forma de espiritualidad
Incluso si se pueden encontrar, aquí y allá, las denominadas astrologías esotéricas que pretenden ir más allá de la simple descripción de nuestra naturaleza psicológica, emocional y espiritual. potencialidades físicas, y que sería capaz de proporcionar información sobre la aptitud para la trascendencia.
Una interesante analogía que se podría hacer al respecto, sería la del mundo geométrico descrito en la alegoría del teólogo y autor Edwin Abbott Abbott, en su excelente novela Flatland: un mundo plano con sus habitantes moviéndose en dos dimensiones, perturbados por el intrusión … de una esfera: la carta astral representaría este mundo plano, horizontal, nuestra condición de ser humano en la tierra, fuera de la trascendencia, con sus contingencias materiales, sus características psicológicas, intelectuales, emocionales, sentimentales, físicas, sexuales, nuestra experiencia “ordinaria” y limitada en el tiempo.
Espiritualidad
Que comienza cuando el sujeto pregunta “quién” él “realmente es”, “quién está detrás de su propio pensamiento antes de que brote”, “cuál es su voluntad”, “quién dirige”, etc. – correspondería a la esfera: a la verticalidad que esencialmente escapa a cualquier descripción plana.
Se acostumbra, por ejemplo, decir que un sabio trasciende su tema: cuando se realiza, su tema solo describe la ropa que vestía, su vehículo terrenal, sus hábitos y características de manifestarse antes de convertirse en su yo real.